Comunicado de www.vaticannews.va —
Durante la misa de este domingo, el arzobispo de Madrid invitó a los feligreses a construir redes de comunión y diálogo para luchar contra el individualismo y la división.
Ariana Pernía Paolini – Ciudad del Vaticano
En el marco de la conmemoración del Día de la Iglesia Diocesana, el cardenal y arzobispo de Madrid, José Cobo, presidió la Sagrada Eucaristía en la Catedral de la Almudena, España, este domingo 10 de noviembre.
“¿Qué es lo que tú, o tu comunidad, ofrecéis y ofrecemos a la Iglesia, para que la Iglesia sea Iglesia?”, interpeló a los fieles el cardenal, al inicio de su homilía, al tiempo en que les recordó, con base en lecturas del día, -el Evangelio según San Marcos y el primer libro de los Reyes-, que “Dios no espera recibir lo que nos sobra, sino aquello que nos falta”.
Los textos bíblicos recitados durante la misa, propusieron la figura de dos mujeres viudas, quienes, “además de su pobreza, tienen algo en común; ninguna de ellas ha perdido la fe y, ninguna de ellas, ha perdido la confianza en Dios. Precisamente, eso es lo único que les queda”, aseveró el purpurado.
Sólo queda Dios
Bajo este contexto, el arzobispo José Cobo, expresó que, en la vida, cuando muchas cosas se pierden o dan la espalda, “lo único que queda es Dios”; a este respecto, rememoró cómo las viudas de los textos bíblicos sabían que, aunque se encontraban en condiciones precarias, Dios permanecía con ellas, por lo cual, las consideró “como modelos para ir a Dios”.
“Ellas lo que ofrecen es su pobreza”, indicó Cobo, mientras destacó que es Jesús quien “abraza con su mirada la entrega de esta mujer, no le dice nada más, […] porque en esta entrega, descubre la presencia de Dios”, porque es Jesús quien entró primero a la vida de Dios al ofrecerse a sí mismo, al entregarlo todo.
Construir Iglesia
Cobo instó a los fieles a reconocer “que somos Iglesia, porque Jesucristo se ha roto por nosotros” y les invitó a celebrar que, a partir del ejemplo de las mujeres de las lecturas, “que vivimos en comunión y que todos necesitamos reconstruir este cuerpo roto que, a veces, el mundo presenta”.
“Los empobrecidos y los heridos, se presentan hoy como maestros y modelos para aprender a cómo construir la Iglesia y para aprender que sólo Dios es quien nos sostiene”, enfatizó el cardenal.
Cabe destacar, que la construcción que mencionó el arzobispo, se refiere a la que se realiza en las comunidades de cada persona, “hoy es un momento para tomar el pulso a nuestras comunidades y para preguntarnos cómo construimos […] esta Iglesia por la que Cristo se ha roto”.
Día de la Iglesia
Un día para mirar a la Iglesia, pero, sobre todo, para inspeccionar cómo se hallan vinculadas los fieles al catolicismo, fue una de las reflexiones que comentó el purpurado, a la vez en que hizo hincapié en que “Cristo quiere a su Iglesia […] y da la vida por ella”; frente a tal afirmación, señaló que Dios “nos da una misión común”:
Dado que, en lo que el arzobispo reconoció como un mundo donde la desigualdad se acrecienta, donde existen mayores diferencias y se crean más fronteras, persevera un milagro, que explicó como la capacidad de poder transmitir el sentimiento y los valores de la Iglesia en todas partes; “en cada lugar podemos decir al mundo que la fe nos une por encima de las planificaciones, de las ideologías y de los mismos carismas que hemos recibido”.
Finalmente, el cardenal José Cobo anunció que la “sociedad de Madrid necesita a la Iglesia como vacuna contra el individualismo y la división”, por ello, hizo un llamado al diálogo, a la apertura y a la construcción de redes de comunión, para así, como la viuda del Evangelio, se pueda aprender a “ofrecer antes que negociar”.
Se publicó primero como Cardenal José Cobo: “Sentirnos Iglesia nos enriquece”