Al cumplirse 1.000 días desde su inicio, España reitera su condena a la ilegal e injustificada agresión de Rusia contra Ucrania, en flagrante violación de la Carta de Naciones Unidas, y expresa su apoyo incondicional al Gobierno y al pueblo ucranianos en sus esfuerzos para hacer frente a tal agresión.
Durante estos 1.000 días, Rusia ha violado también de forma continuada y sistemática las normas más básicas del derecho internacional humanitario, con bombardeos indiscriminados contra la población e infraestructura civil crítica, poniendo asimismo en peligro la seguridad ecológica y nuclear del continente europeo. Esta guerra está teniendo además consecuencias globales, en particular en la seguridad alimentaria mundial, con los reiterados ataques a puertos y buques cargados de grano en el mar Negro. Estos crímenes no pueden quedar impunes y sus responsables deberán rendir cuentas ante la justicia.
Desde el inicio de la agresión, España ha proporcionado apoyo a Ucrania en todos los ámbitos: diplomático, militar (para el ejercicio de su derecho a la legítima defensa), humanitario y económico, y para la reconstrucción. Lo seguirá haciendo durante el tiempo que sea necesario, de forma conjunta y coordinada con los demás países de la Unión Europea y el resto de socios y aliados.