Mafalda, la curiosa y aguda creación del fallecido humorista Quino, también cumplió un sueño largamente acariciado en su cumpleaños: “aprender idiomas para ser intérprete de la ONU” y “ayudar a la gente a entenderse”.
Una estatuilla del eterno niño de seis años, esculpida por el artista argentino Pablo Irrgang, llegó a la ONU y fue colocada en la cabina de intérpretes del Salón del Consejo Económico y Social (ECOSOC), gracias al Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, su ciudad natal.
“No es casualidad que quiera ser intérprete en la ONU, porque los valores que Mafalda siempre promulgó fueron los valores de la paz por encima de la guerra, la justicia, la educación y, sobre todo, la libertad”, dijo la Ministra de Cultura de Buenos Aires. , dijo Gabriela Ricardes Noticias ONU.
Desafiando la injusticia y la desigualdad
Mafalda es muy popular en toda América Latina y España, pero ha traspasado fronteras y culturas, ganando seguidores en lugares tan lejanos como China y Japón.
Nada más entrar al recinto de la ONU, Mafalda posó junto a No violenciala famosa escultura de la pistola anudada del artista sueco Carl Fredrik Reuterswärd.
Fue inmediatamente reconocida por un grupo de jóvenes japonesas que visitaban la Organización.
Mafalda es una chica con una visión única: perspicaz, crítica e interesada en los problemas del mundo; una niña de San Telmo, un barrio de Buenos Aires, pero preocupada por la paz mundial y lo que le estaba pasando al planeta.
“Mafalda es una chica con una mirada única: perspicaz, crítica e interesada en los problemas del mundo; una niña de San Telmo, un barrio de Buenos Aires, pero preocupada por la paz mundial y lo que le estaba pasando al planeta”, dijo Ricardes.
Mafalda ofrece una crítica social y política cómica y perspicaz a través de los ojos de una niña curiosa e idealista. Con su agudo ingenio, cuestiona la injusticia, la desigualdad y la hipocresía en el mundo, al tiempo que expresa preocupaciones sobre la paz, los derechos humanos y el futuro de la humanidad.
Es, sin duda, un símbolo de la conciencia social y del deseo de transformar el mundo, mezclando el humor con profundas reflexiones.
Una de sus características es el uso de la ingenuidad como herramienta poderosa. Su carácter infantil le permite plantear preguntas aparentemente simples pero profundas y críticas, desarmando a los adultos que la rodean y exponiendo sus contradicciones o falta de respuestas a problemas complejos.
Guillermo Lavado, sobrino de Quino, señaló que “era un sueño para ella contribuir a la paz mundial, quizás un poco inocentemente pensando que siendo traductora de la ONU podría ordenar las ideas de los diferentes líderes y armonizarlas de manera que que habría menos conflictos y menos guerras”.
El mensaje todavía resuena
El señor Lavado, junto con la señora Ricardes y el señor Irrang, acompañaron a Mafalda durante su gira por la ONU. Todos destacaron que ella sigue siendo relevante hoy, a pesar de que han pasado 60 años desde que debutó en una historieta.
“Mafalda encarna muchos valores que en este momento de este mundo son mucho más necesarios: los valores de paz, feminismo, equidad, igualdad, ecología, cuidado del mundo. Estos son valores que son tan trascendentes e importantes que, en este momento, son más importantes que nunca”, afirmó el Sr. Irrang.
“Lamentablemente sigue siendo relevante porque los conflictos han cambiado un poco geográficamente, aunque digamos que Medio Oriente sigue igual desde hace tantos años y desde que nació (Mafalda), pero siempre tenemos los mismos intereses que producen lo mismo. guerras”, señaló Lavado.
Defender nuestra humanidad común
Por eso, cree que el mensaje de Mafalda hoy seguiría siendo el mismo: “que ojalá podamos ponernos de acuerdo como humanidad en colaborar y no competir, y en estar más unos con otros en lugar de unos contra otros”.
Ricardes señaló que “para Mafalda la educación, la justicia y la libertad eran valores incuestionables, como también lo era el ejercicio de la sensatez en un mundo sin sentido”, subrayando que ese sería su mensaje de hoy.
Después de pasear por el lobby de la ONU, la estatuilla de Mafalda se dirigió a la Cámara del ECOSOC, donde fue recibida por intérpretes de español que trabajan para el organismo global.
Entre ellos se encontraba una colega argentina que expresó cómo su sueño, y el de Mafalda, se cumplió y “dejó un rayo de esperanza”.