‘El estado mundial de la infancia 2024: El futuro de la infancia en un mundo cambiante’ explora tres megatendencias que enfrentan los jóvenes, incluidos los desastres climáticos, los cambios demográficos y las disparidades tecnológicas que remodelarán drásticamente la infancia para 2050.
“Es impactante que en el siglo 21calle En este siglo, cualquier niño sigue pasando hambre, sin educación o incluso sin la asistencia sanitaria más básica”, dijo el Secretario de la ONU, António Guterres, en su mensaje por el Día Mundial del Niño.
“Es una mancha en la conciencia de la humanidad cuando las vidas de los niños quedan atrapadas en las ruedas de la pobreza o trastornadas por los desastres”.
La emergencia climática amenaza vidas
En una cruda advertencia, el informe revela que los niños enfrentarán ocho veces más exposición a olas de calor extremas y el triple de riesgo de inundaciones extremas de ríos en comparación con la década de 2000.
Tras las temperaturas récord de 2023, los peligros climáticos proyectados afectarán desproporcionadamente a los niños en función de su entorno socioeconómico y su acceso a los recursos.
«Los niños están experimentando una miríada de crisis, desde crisis climáticas hasta peligros en línea, y éstas se intensificarán en los próximos años», advirtió la Directora Ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell.
“Crear un futuro mejor en 2050 requiere algo más que imaginación: requiere acción. Décadas de progreso, especialmente para las niñas, están amenazadas”.
Cambios demográficos
El informe también proyecta cambios demográficos significativos: el África subsahariana y el sur de Asia albergarán las mayores poblaciones infantiles para la década de 2050.
Si bien sigue siendo alta, la población infantil de África caerá por debajo del 40 por ciento, frente al 50 por ciento en la década de 2000. Los datos de Asia Oriental y Europa Occidental muestran una caída del 17 por ciento en comparación con el 29 por ciento y el 20 por ciento de esas regiones durante la década de 2000.
Estos cambios demográficos crean desafíos, ya que algunos países se ven presionados a ampliar los servicios para grandes poblaciones infantiles, mientras que otros equilibran las necesidades de una creciente población de edad avanzada.
Brecha digital
Si bien la inteligencia artificial y las tecnologías de vanguardia ofrecen nuevas oportunidades, el informe revela que la brecha digital sigue siendo marcada: en 2024, más del 95 por ciento de las personas en los países de altos ingresos tendrán acceso a Internet, en comparación con solo el 26 por ciento en los países de bajos ingresos.
El informe señala que los jóvenes de los países en desarrollo tienen dificultades especiales para acceder a habilidades digitales, lo que afecta sus perspectivas educativas y laborales.
Señales de esperanza
A pesar de estas preocupaciones, han surgido algunas tendencias positivas. La esperanza de vida al nacer sigue aumentando y se espera que casi el 96 por ciento de los niños en todo el mundo reciban educación primaria en el decenio de 2050.
El informe revela que una mayor inversión en educación y salud pública, y una protección ambiental más estricta podrían reducir la brecha de género y la exposición a los peligros ambientales.
UNICEF recomienda invertir urgentemente en educación, servicios y ciudades sostenibles y resilientes para los niños.
La agencia tiene como objetivo impulsar la resiliencia climática en infraestructura, tecnología, servicios esenciales y sistemas de apoyo social, así como brindar conectividad y diseño de tecnología segura para todos los niños.
“Las decisiones que los líderes mundiales toman hoy –o no toman– definen el mundo que heredarán los niños, enfatizó la Sra. Russell.