El mundo sigue peligrosamente mal preparado para la próxima pandemia, a pesar de las desgarradoras lecciones de la COVID-19, advirtió Guterres.
“La COVID-19 fue una llamada de atención para el mundo”, afirmó, reflexionando sobre el devastador costo humano, económico y social de la pandemia.
“Puede que la crisis haya pasado, pero queda una dura lección: el mundo lamentablemente no está preparado para la próxima pandemia”, enfatizó.
Sistemas resilientes y acceso equitativo
Si bien los recientes brotes de mpox, cólera, polio y virus de Marburg sirven como crudos recordatorios de amenazas persistentes, el Secretario General enfatizó la necesidad de sistemas de salud más fuertes e inclusivos.
Subrayó la necesidad de realizar inversiones audaces en el seguimiento, la detección y la respuesta ante pandemias, junto con la cobertura sanitaria universal, como pilares fundamentales de la preparación.
Dijo que el acceso equitativo a vacunas, tratamientos y diagnósticos es un imperativo moral, subrayando las lecciones aprendidas durante la COVID-19, cuando las disparidades en el acceso a la atención médica eran sorprendentes.
Un enfoque global para la prevención
El Secretario General también subrayó la importancia del acuerdo de preparación y respuesta ante una pandemia, que se encuentra bajo negociaciones intergubernamentales, para garantizar que el mundo trabaje mejor, en conjunto, para prevenir y contener futuras pandemias.
“Hoy y todos los días, comprometámonos a trabajar juntos por un mundo más seguro y saludable para todos, en todas partes”, afirmó.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) reiteró este mensaje y destacó su colaboración continua con los gobiernos para fortalecer los sistemas de preparación para emergencias y epidemias.
En un comunicado, la agencia de salud de la ONU subrayó la importancia del enfoque Una Salud, que integra los sectores de salud humana, animal y ambiental para mitigar los riesgos epidémicos.