InicioReligiónUn año nuevo con viejas sombras

Un año nuevo con viejas sombras

-

Comunicado de www.theimfc.org —

Obispo Jefe de Consejeros Capellanes

Comenzamos un nuevo año, un calendario limpio que promete días inexplorados y sueños que perseguir. Sin embargo, no podemos ignorar que, como una sombra persistente, el pasado siempre encuentra su camino hacia el presente. Este inicio de 2025 ofrece un doloroso recordatorio: viejos conflictos siguen vivos, arrastrando soledad, muerte y lágrimas.

Un año nuevo con viejas sombras

Los recientes acontecimientos en Nueva Orleans, donde un ex miembro de las fuerzas armadas estadounidenses presuntamente perpetró actos de violencia, reflejan una sociedad herida. Las investigaciones preliminares sugieren que este acto puede haber estado inspirado en ideologías extremistas asociadas con el Estado Islámico, lo que añade un matiz aún más alarmante a esta tragedia. Este no es simplemente un acto aislado, sino un reflejo de heridas profundamente arraigadas que aún tenemos que sanar: el abandono de nuestros veteranos, la carga del trauma no tratado y la facilidad con la que las narrativas de odio y violencia encuentran un terreno fértil en una sociedad que carece de empatía y oportunidad.


¿Qué dice esto sobre nuestra humanidad? Eso todavía no lo hemos aprendido. Que la transición de un año al siguiente es simplemente un símbolo vacío si no afrontamos nuestras realidades más oscuras con valentía y determinación. Los calendarios cambian, pero los sistemas que perpetúan la desigualdad, el dolor y la desesperación permanecen intactos.


Y, sin embargo, a pesar de esta sombría realidad, debemos aferrarnos a la esperanza. La humanidad ha demostrado una y otra vez que, aunque sea lentamente, puede cambiar. Creer en el futuro no significa ignorar el presente sino comprometerse con él. Significa reconocer nuestros fracasos colectivos y trabajar para construir un mundo donde la soledad no sea la norma, donde las lágrimas no sean la respuesta y donde la muerte no sea una solución aceptada.


Este nuevo año nos encuentra en la misma encrucijada de antes: la oportunidad de ser mejores o de seguir arrastrando las mismas cadenas. Que los acontecimientos de Nueva Orleans no sean una tragedia más que olvidamos con el paso del tiempo, sino un llamado urgente a transformar nuestras comunidades, a cuidar de quienes han servido, a escuchar antes de juzgar y a construir en lugar de destruir.


Que este doloroso comienzo no sea el preludio de un año perdido sino la chispa para cuestionar nuestras estructuras, combatir las narrativas de odio y reclamar la humanidad que aún late dentro de nosotros. Creer en el futuro exige acción. Sirve como recordatorio de que el cambio no llega con el mero paso del tiempo sino con la fuerza de una humanidad que se atreve a soñar y trabajar por un mundo diferente.

Se publicó primero como Un año nuevo con viejas sombras

- Publicidad -spot_img

Selección