Comunicado de www.vaticannews.va —
El secretario general de la OIEC, Hervé Lecomte; y el director de proyectos, Juan Antonio Ojeda, reflexionan sobre el desarrollo del Pacto Educativo Global propuesto por el Papa Francisco: “es una oportunidad que todos tenemos de retomar la educación y ponerla en camino de esperanza”.
Johan Pacheco – Ciudad del Vaticano
La Oficina Internacional de la Educación Católica (OIEC) tiene entre sus objetivos vivir la misión de la Iglesia promoviendo en el mundo un proyecto educativo de inspiración católica. En visita a los medios vaticanos su secretario general, Hervé Lecomte; y el director de proyectos, Juan Antonio Ojeda, director de proyectos, compartieron sobre los actuales trabajos, desafíos y tarea que están desarrollando para la aplicación del Pacto Educativo Global propuesta por el Papa Francisco.
El secretario general de la OIEC, Hervé Lecomte, explicó en entrevista en el podcast Nota Eclesial de Radio Vatican y Vatican News que “la Oficina Internacional de Escuelas Católicas está presente en 110 países en todo el mundo, representa más de 210.000 escuelas para 68 millones de alumnos con objetivos de trabajar en la misión de la Iglesia para las escuelas católicas”.
“La primera cosa, la más importante -dijo Lecomte-, es de trabajar sobre el desarrollo del pacto educativo global, es decir, que trabajamos con el Vaticano para que los textos maravillosos del Papa puedan entrar en cada escuela con el respeto del principio de la subsidiariedad que existe”.
Sobre los principales desafíos de la educación católica, señala que la primera es “la preocupación de la salud mental de los niños que no están en buena salud y con el mundo muy difícil, con la guerra, con muchas cosas que podemos oír, es importante que podamos trabajar para ellos».
“El segundo, con la inteligencia artificial, podemos ver un cambio increíble de la evolución de la educación. Tenemos que trabajar también para ayudar a los niños a trabajar con la IA, para ayudar a los docentes a adaptar los que hacen los cursos para que tomen un poco más de tiempo con ellos”, pero insistiendo con el “Pacto Educativo Global de poner la persona en el centro. Es un desafío enorme”.
Por su parte, Juan Antonio Ojeda, director de proyectos de la OIEC, también considera que en el año Jubilar, el Pacto Educativo Global “es una oportunidad que todos tenemos de retomar la educación y ponerla en camino de esperanza. La esperanza nos dice que una nueva educación es posible, pero para ello tenemos que salir de nuestra zona de confort. A todas luces, la educación que veníamos realizando ha quedado caduca, en muchas ocasiones ancladas en el pasado, y necesita actualizarse y responder a los desafíos y necesidades actuales”.
Para ello, la Oficina Internacional de la Educación Católica en colaboración con el Dicasterio para la Cultura y educación, entre otros, propone “un documento titulado ‘Éxodo, conversión, esperanza’que invita a las escuelas, a las comunidades educativas, a los agentes educativos y sociales de la municipalidad a ponerse en camino, a salir al encuentro de los otros, a aprender unos de otros, a unir voluntades y esfuerzos, a sumar proyectos comunes, y para ello es básico y fundamental el convertirnos individual y comunitariamente”.
Recuerda también Ojeda que “el Papa nos viene insistiendo en que para generar un mundo más habitable y el cuidado de la casa común es básico y necesario cambiar nuestros hábitos de consumo, nuestros hábitos de producción, etc., pues si queremos generar una nueva educación que llegue a todos, es necesario cambiar nuestro ser, nuestra forma de pensar más crítica, etc., nuestra forma de relacionarnos unos con otros, más empática y compasiva, el colaborar juntos y no quedarnos en la mera lucubración de cosas bonitas, sino en pasar a la acción”.
Y sobre las iniciativas que lleva a cabo la OIEC, para fomentar la paz desde el ámbito educativo, el secretario general comparte que “a la juventud le gustan mucho los proyectos sobre este tema. Tenemos en la OIEC organizado un proyecto desde cuatro años que se llama Planeta Fraternidad, y que se desarrolló en más de 34 países, 5.000 alumnos que trabajan sobre un tema que pueden descubrir otros países, otra cultura, y funciona muy bien. Al fin del mes de marzo hemos lanzado un proyecto que se llama Rally Mediterráneo, alrededor del Mediterráneo, para promover proyectos hechos por niños alrededor del Mediterráneo sobre el tema de la paz”.
La OIEC es reconocida como organización católica internacional por la Santa Sede. Trabaja en estrecha colaboración con el Dicasterio para la Cultura y la Educación. También es reconocida como entidad consultiva por las Naciones Unidas (ECOSOC, Ginebra y Nueva York), la UNESCO y el Consejo de Europa.
Se publicó primero como Oficina Internacional de la Educación Católica: en camino de esperanza