La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) informó que se espera que el crecimiento económico mundial se desacelere del tres por ciento el año pasado al 2,4 por ciento hasta 2023, con señales limitadas de una recuperación en 2024.
Estas cifras subrayan la necesidad urgente de reformar el sistema financiero global, políticas más prácticas para combatir la inflación, la desigualdad y la deuda soberana, así como una mejor supervisión de los mercados críticos.
Evitar errores del pasado
Rebeca Grynspan, Secretaria General de la UNCTAD, enfatizó la necesidad de evitar errores políticos del pasado.
“Necesitamos una combinación equilibrada de medidas fiscales, monetarias y de oferta para lograr la sostenibilidad financiera, impulsar la inversión productiva y crear mejores empleos. La regulación debe abordar las cada vez más profundas asimetrías del sistema comercial y financiero internacional”, afirmó.
«Aterrizaje suave» de EE.UU.
Según la UNCTAD, la recuperación de la economía mundial de la pandemia está marcada por una divergencia significativa, lo que genera preocupaciones sobre el camino correcto a seguir en ausencia de coordinación de políticas.
En Estados Unidos, según el informe, a pesar del aumento de las tasas de interés, la economía ha desafiado las predicciones pesimistas al experimentar una desaceleración económica controlada.
Este “aterrizaje suave” puede atribuirse al sólido gasto de los consumidores, la evitación de medidas de austeridad fiscal y la intervención monetaria activa a principios de año.
Al mismo tiempo, persisten las preocupaciones sobre la inversión, particularmente debido a las elevadas tasas de interés prolongadas, agrega el informe.
Después del shock de la COVID-19, las ganancias de las 2.000 principales empresas multinacionales aumentaron aún más, mientras que la participación mundial en los ingresos laborales siguió reduciéndose.
Imagen mixta en otros lugares
Por el contrario, Europa se tambalea al borde de una posible recesión, lidiando con un rápido endurecimiento de la política monetaria y fuertes vientos económicos en contra. Las principales economías se están desacelerando y Alemania ya se encuentra en un estado de contracción.
El estancamiento o la caída de los salarios reales en todo el continente, agravados por la austeridad fiscal, están lastrando el crecimiento, dijo la UNCTAD.
China, si bien muestra signos de recuperación con respecto al año pasado, enfrenta una demanda interna de consumo y una inversión privada débiles, señala el informe.
Sin embargo, tiene más espacio de política fiscal en comparación con otras economías importantes, que podría aprovecharse para abordar estos desafíos, añadió la agencia de la ONU.
Una de las principales preocupaciones es la persistencia de la desigualdad económica, especialmente en los países en desarrollo afectados desproporcionadamente por el ajuste monetario en las economías más avanzadas.
Esta creciente brecha de riqueza representa una amenaza para la frágil recuperación económica y el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Crisis de desarrollo en desarrollo
La carga de la deuda también cobra importancia para muchas naciones en desarrollo.
El aumento de las tasas de interés, el debilitamiento de las monedas y el lento crecimiento de las exportaciones se han combinado para reducir el espacio fiscal para las necesidades esenciales, transformando la creciente carga del servicio de la deuda en una crisis de desarrollo en desarrollo, advirtió la UNCTAD.
