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El regalo de los scientologists a L. Ronald Hubbard: retribuir la ayuda que brindó

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La primavera significa muchas cosas para muchas personas: limpieza de primavera, flores de primavera y adelantarse al horario de verano.

Para los piadosos, la primavera trae renovación, una oportunidad para reafirmar la fe o rehacer la vida. Para los cristianos de todo el mundo, la Pascua es la máxima metáfora para comenzar de nuevo, incluso cuando todo parece perdido. Para los musulmanes, el sagrado mes lunar de Ramadán, de luna creciente a luna creciente, celebra la primera revelación del Profeta. Y para los judíos, la Pascua es la fiesta de la libertad, de las puertas abiertas y de la renovación misma.

Renacimiento, revelación, renovación. En resumen, la primavera es una estación de regeneración y de rehacer las cosas, incluidos nosotros mismos.

flores
Foto de Nadia_If/Shutterstock.com

Los scientologists también marcan esta época del año para celebrar el cumpleaños de nuestro fundador, L. Ronald Hubbard. Y así es que tuve el placer de asistir a la celebración anual de este año, en la que los scientologists reconocen los logros del Sr. Hubbard como líder espiritual y humanitario y muestran su gratitud por los muchos regalos que nos ha dado: conciencia espiritual y la capacidad de ayudar de manera efectiva, de nombra solo dos.

En ciertas tradiciones, uno muestra gratitud por un regalo al dar uno a cambio. Los scientologists corresponden a los obsequios de nuestro fundador con el único obsequio que nos dijo que quería: que cada uno de nosotros se convierta en lo mejor de sí mismo. El Sr. Hubbard insinuó cómo lograr eso cuando dijo: “La mayor habilidad en toda la raza humana y entre todos los seres vivos es la habilidad de ayudar. Y cuando puedes mejorar esa habilidad a lo largo de la línea, has mejorado en todo lo que hay que mejorar en una persona”.

“Mientras tengas algún deseo de ayudar a tu prójimo, probablemente estés bien”.

Para algunos, convertirse en la mejor versión de nosotros mismos puede significar dominar una nueva habilidad, terminar un curso de Scientology o lograr una meta en el trabajo, todo para el cumpleaños del Sr. Hubbard.

Para los ministros de Scientology, puede ser asesorar con éxito a muchas personas o registrar muchas horas de ministerio.

Y para otros cienciólogos, el desafío puede implicar más voluntariado, como dedicar más tiempo a ayudar a otros a través de cualquiera de nuestras programas globales de mejora social, como Jóvenes por los Derechos Humanos o la Fundación por un Mundo Libre de Drogas. O posiblemente viajar a un área después de un desastre natural como Ministro Voluntario de Scientology. O ayudando a su comunidad usando El Camino a la Felicidadun código moral basado totalmente en el sentido común.

Cumpleaños
En la sede espiritual de la Iglesia en Clearwater, Florida, los scientologists y sus amigos y familiares celebran el cumpleaños del fundador de Scientology, L. Ronald Hubbard.

Un sentimiento frecuentemente expresado y común a tantas religiones es que “es más bienaventurado dar que recibir.” El Sr. Hubbard lo expresó de esta manera: “Mientras tengas algún deseo de ayudar a tu prójimo, probablemente estés bien y cuando lo pierdas, estarás enfermo”. Cuando uno le da a otro —un bocado de comida, una mano amiga, una nueva oportunidad de vida— ese dar rebota en el dador, nivelando su propia hoja de balance espiritual. Así es como, al ayudar a los demás, nos convertimos en lo mejor de nosotros mismos.

Y eso es exactamente lo que hacemos como regalo de cumpleaños para L. Ronald Hubbard: pagar su ayuda y, por lo tanto, convertirnos en lo mejor de nosotros mismos: persona por persona rehecha, alma por alma renovada.



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