Francia. Plenaria de obispos: No al proyecto de ley sobre el «final de la vida»

Jean-Benoît Harel – Ciudad del Vaticano

«No confundamos el sentido de la fraternidad». Es la respuesta de los obispos de Francia al presidente Emmanuel Macron, que habló de «revolución de la fraternidad» a propósito del proyecto de ley sobre el final de la vida. Desde Lourdes, donde están reunidos en asamblea plenaria desde el 18 de marzo, el centenar de obispos de todos los Alpes han adoptado una postura muy firme contra el proyecto de ley para legalizar la asistencia activa a la muerte en condiciones estrictas. Una oposición expresada en un comunicado publicado el 19 de marzo, cuando la propuesta acababa de ser presentada al Consejo de Estado.»Expresamos nuestra gran preocupación y nuestras profundas reservas ante el anunciado proyecto de ley sobre el final de la vida», declararon los prelados. «Es un imperativo de humanidad y fraternidad aliviar el sufrimiento y ofrecer a todos el mejor final de vida posible, en lugar de interrumpirlo con un gesto letal».

Prioridad a los cuidados paliativos

Los obispos reiteran su rechazo a la «muerte inducida» e insisten en «dar prioridad a los cuidados paliativos», como también recomienda el Consejo Nacional Consultivo de Ética. A continuación, piden a los católicos franceses que se comprometan con los discapacitados, los ancianos y los enfermos graves: «La petición de suicidio asistido o de eutanasia es a menudo la expresión de un sentimiento de soledad y de abandono al que no podemos ni debemos resignarnos», afirman.

Apoyo a las víctimas de malos tratos

Además del final de la vida, otros muchos temas esperan a la Conferencia Episcopal durante la sesión plenaria de primavera. Entre ellos, el seguimiento de las medidas anunciadas para apoyar a las víctimas de abusos del clero.  A este respecto, se ha organizado una reunión con los miembros del Tribunal Penal Canónico Nacional: también se escuchará al presidente de la caja SELAM, responsable de la contribución financiera a las víctimas, y al presidente de la INIRR – Instance Nationale Indépendante de Reconnaissance et de Réparation (Instancia Nacional Independiente de Reconocimiento y Reparación). También se espera una decisión de los propios obispos sobre la prórroga del mandato de la INIRR, así como sobre un futuro sistema de apoyo a las víctimas adultas de abusos dentro de la Iglesia. «Nuestra Iglesia en Francia debe poder, a medio y largo plazo, escuchar cualquier denuncia que cuestione seriamente la actitud o el comportamiento de un ministro ordenado o de un laico responsable y apoyar hasta el final a la persona o personas que serían víctimas», declaró monseñor Éric de Moulins-Beaufort, presidente del CEF, en su discurso de apertura.

El diaconado y los seminarios

En cuanto a los diferentes ministerios de la Iglesia de Francia, se dedicarán dos horas de trabajo semanales al tema del diaconado permanente, «cuyo 60 aniversario celebra la Iglesia este año», subrayó de Moulins-Beaufort. Este estudio teológico en profundidad será una forma de rendir homenaje a la misión de los diáconos permanentes al servicio de la Iglesia. «Damos las gracias a sus esposas, que les han apoyado y les apoyan en esta aventura, a sus hijos y a sus nietos», añadió el presidente de la Conferencia Episcopal Francesa.

Reorganizaciones

Por último, los obispos debatieron sobre el futuro de las radios católicas y dieron la bienvenida a la responsable del nuevo Departamento de Asuntos Institucionales de la Conferencia Episcopal, Céline Reynaud-Fourton, que deberá seguir las iniciativas del Gobierno y reforzar los lazos con la sociedad civil. «Algunos encuentros con grandes empresarios, por ejemplo, me hicieron darme cuenta de cuántos responsables ignoran nuestra Conferencia y sus métodos de acción», señaló la presidenta de la CEF. Esta nueva posición ilustra finalmente la reorganización de la Conferencia en polos, tres de los cuales estarán dirigidos por comisiones episcopales. La Asamblea Plenaria de Primavera concluirá mañana viernes 22 de marzo.