“Una vez más, casi la mitad de la población de Rafah o 800.000 personas están en la carretera”, escribió el Comisionado General Philippe Lazzarini en una publicación en la plataforma de medios sociales X. anteriormente Twitter.
Dijo que tras las órdenes de evacuación que exigían que la gente huyera a las llamadas zonas seguras, la gente se dirigió principalmente a las zonas intermedias de Gaza y Khan Younis, incluidos los edificios destruidos.
Sin paso seguro ni protección
“Cuando las personas se desplazan, quedan expuestas, sin paso seguro ni protección”, afirmó. “Cada vez tienen que empezar de cero, de nuevo”.
Lazzarini dijo que las áreas a las que la gente ha escapado no tienen suministros de agua potable ni instalaciones sanitarias.
Citó el ejemplo de Al-Mawassi, describiéndolo como “una tierra agrícola arenosa de 14 kilómetros cuadrados, donde la gente queda al aire libre con pocos o ningún edificio o camino”.
La ciudad, situada en la costa sur de Gaza, «carece de las condiciones mínimas para proporcionar asistencia humanitaria de emergencia de forma segura y digna».
Dijo que más de 400.000 vivían en Al-Mawassi antes de la reciente escalada, pero ahora está “atestado y no puede absorber a más personas”, lo mismo que en Deir al Balah.
«Ningún lugar es seguro»
“La afirmación de que la gente en Gaza puede trasladarse a zonas ‘seguras’ o ‘humanitarias’ es falsa. Cada vez, pone en grave riesgo la vida de los civiles”. afirmó el señor Lazzarini.
«Gaza no tiene zonas seguras» añadió. “Ningún lugar es seguro. Nadie esta seguro.»
La situación vuelve a empeorar mucho por la lFalta de ayuda y suministros humanitarios básicos.continuó, señalando que los trabajadores humanitarios no tengo más suministros para repartir, incluidos alimentos y otros artículos básicos.
Mientras tanto, los cruces clave hacia Gaza permanecen cerrados o su acceso no es seguro ya que están ubicados cerca de zonas de combate o en ellas. Lazzarini también destacó la necesidad crítica de combustible, que es esencial para la distribución de ayuda.
Las rutas terrestres son cruciales
Dijo que sólo 33 camiones de ayuda han llegado al sur de Gaza desde el 6 de mayo: “un pequeño goteo en medio de las crecientes necesidades humanitarias y los desplazamientos masivos”.
“Si bien acogemos con agrado los informes sobre la llegada de los primeros envíos al nuevo muelle flotante, las rutas terrestres siguen siendo el método de prestación de ayuda más viable, eficaz, eficiente y seguro,» él dijo.
Más temprano el sábado, la Oficina del Portavoz de la ONU dijo que el Programa Mundial de Alimentos (PMA) confirmó que el día anterior se transportaron 10 camiones cargados de alimentos a su almacén a través del muelle flotante instalado por el ejército de los Estados Unidos.
«Parte del envío incluía galletas de alto contenido energético para que las distribuyera el PMA, pero también había productos para que los distribuyeran otros socios humanitarios, que incluían arroz, pasta y lentejas», decía la nota.
El Sr. Lazzarini enfatizó que los cruces terrestres hacia Gaza deben reabrirse y ser de acceso seguro. «Sin la reapertura de estas rutas, persistirán la privación de asistencia y las condiciones humanitarias catastróficas», afirmó.
Alto el fuego ahora
Subrayó las obligaciones de las partes en el conflicto, comenzando por el paso rápido y sin obstáculos de ayuda humanitaria para todos los civiles necesitados, dondequiera que se encuentren.
«La población desplazada debe tener acceso a artículos básicos de supervivencia, incluidos alimentos, agua y refugio, así como a higiene, salud, asistencia y, sobre todo, seguridad», afirmó.
Los equipos de ayuda humanitaria también necesitan una circulación libre y segura para acceder a las personas necesitadas y protección dondequiera que se encuentren, y las partes también están obligadas a proteger a los civiles y los bienes civiles en todas partes.
“Sobre todo, es hora de acordar un alto el fuego”, concluyó.
“Cualquier nueva escalada de los combates sólo causará más estragos entre los civiles y hará imposible lograr finalmente la paz y la estabilidad que israelíes y palestinos necesitan y merecen desesperadamente”.
