Mahsa Amini fue arrestada hace una semana por la “policía de la moralidad” de Irán en Teherán. La joven de 22 años, cuyo nombre kurdo es Jhina, entró en coma poco después de colapsar en un centro de detención y murió tres días después, oficialmente de un ataque al corazón.
En Ginebra, la portavoz de la oficina de derechos humanos de la ONU, la OACNUDH, Ravina Shamdasani, dijo que también había profunda preocupación por la respuesta violenta de las fuerzas de seguridad de Irán a las protestas provocadas por la muerte de la Sra. Amini.
Miles protestan
Señaló que miles han salido a las calles en varias ciudades del país, incluso en Teherán, Isfahan, Karaj, Mashhad, Rasht, Saqqes y Sanandaj, en protestas contra la muerte de la Sra. Amini.
“Las fuerzas de seguridad tienen según los informes, respondió con munición real, pistolas de perdigones y gases lacrimógenos”, dijo a los periodistas. “Al parecer, al menos dos personas han resultado muertas y varias heridas, y varias han sido arrestadas”.
La Sra. Shamdasani también destacó que en Irán se aprobó una ley que permite a la policía enviar mensajes de texto a las mujeres en sus automóviles, diciéndoles que no se quiten el hijab mientras conducen.
Hijab ‘las reglas no deberían existir’
“La conclusión es que estas reglas no deberían existir, las mujeres no deberían ser castigadas por lo que llevan puesto«, ella dijo.
“Las mujeres que desafían estas reglas de uso obligatorio del velo no deben ser acosadas, no deben ser objeto de violencia y debe haber una investigación justa”.
Se necesita una investigación pronta e imparcial
La Sra. Nashif dijo que la “trágica muerte y las denuncias de tortura y malos tratos de la joven de 22 años, debe ser investigado con prontitud, imparcialidad y eficacia por una autoridad competente independienteque asegure, en particular, que su familia tenga acceso a la justicia ya la verdad”.
El jefe de derechos en funciones también condenó el uso innecesario o desproporcionado de la fuerza contra quienes protestaban por la muerte de la mujer kurda, dentro del centro de detención de Vozara, y pidió a Irán, Estado parte del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, que respete el derecho a la vida. ejercer pacíficamente la libertad de expresión, reunión y asociación.
La Sra. Al-Nashif también se hizo eco de las preocupaciones anteriores expresadas por el Secretario General de la ONU António Guterres por la represión en curso de las defensoras de los derechos humanos, que se oponen al velo obligatorio.