La tormenta, que ha estado en su apogeo desde el 6 de febrero, tocó tierra por segunda vez en el continente africano durante el fin de semana, azotó Malawi el lunes, y los fuertes vientos y las lluvias torrenciales continúan causando grandes daños y pérdidas de vidas en 10 distritos.
El clima obstaculiza los esfuerzos
“Estamos movilizando equipos adicionales, pero las difíciles condiciones climáticas han obstaculizado los esfuerzos de rescate”, dijo el portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, hablando en Nueva York el miércoles.
Agregó que al menos 178 personas han sido rescatadas en los últimos dos días, incluso con el apoyo de embarcaciones del Programa Mundial de Alimentos (PMA).
Intensificar el apoyo
Malawi se encuentra actualmente bajo las garras de un brote de cólera, el peor en dos décadas, y el sector de la salud ya está sobrecargado.
La tormenta ha creado “una crisis sin precedentes”, dijo este martes la Coordinadora Residente de la ONU en el país, Rebecca Adda-Dontoh.
“Las Naciones Unidas felicitan al Gobierno de Malawi por su liderazgo en las medidas de preparación y respuesta y exhortan a los socios a intensificar los esfuerzos para ayudar a las personas en los distritos más afectados por el ciclón”, dijo en un comunicado.
Llegar a las comunidades afectadas
La ONU ha estado movilizando apoyo rápidamente para abordar las necesidades inmediatas, en espera de una evaluación multisectorial.
Esto ha incluido asistencia técnica y financiera para establecer un Centro de Operaciones de Emergencia (COE) que ha sido fundamental para fortalecer la coordinación humanitaria entre las autoridades, las organizaciones de ayuda y los socios para el desarrollo.
Varias agencias de la ONU han enviado personal a las áreas afectadas para apoyar la coordinación de los esfuerzos de respuesta y evaluación en las áreas de gestión de información y logística.
Apoyo y solidaridad
La ONU está brindando apoyo logístico crítico, incluido el transporte para operaciones de búsqueda y rescate, y para transportar trabajadores, equipos y suministros humanitarios a comunidades que han quedado aisladas por inundaciones y deslizamientos de tierra.
Se están entregando suministros y equipos médicos para mejorar la infraestructura de agua y saneamiento para abordar las necesidades de salud inmediatas, incluida la prevención de una mayor propagación del cólera.
Las agencias de la ONU también están distribuyendo alimentos, materiales de refugio, tiendas de campaña, kits de dignidad y otros artículos a las personas desplazadas.
Tormenta potencialmente histórica
El ciclón tropical Freddy, que inicialmente se formó en el norte de Australia, ha abierto un camino mortal y destructivo en el sur de África, golpeando Madagascar y Mozambique en dos ocasiones distintas.
La Oficina Meteorológica Mundial (OMM) advirtió recientemente que está en camino de convertirse en el ciclón tropical de mayor duración registrado.
Preocupación por Mozambique
La ONU está preocupada por las continuas lluvias torrenciales y las inundaciones en Mozambique, que también está luchando contra un brote de cólera.
El Sr. Dujarric informó que en la provincia de Zambezia, grandes extensiones de tierra están bajo el agua y las carreteras no son transitables, lo que dificulta que los trabajadores humanitarios realicen evaluaciones.
“Aún así, nuestros socios humanitarios allí han despachado suficientes botiquines para 150.000 personas durante tres meses, así como pruebas rápidas de cólera, carpas y combustible para apoyar el Hospital de Quelimane”, dijo. “En la provincia de Inhambane, nuestros socios distribuyeron kits de higiene y alimentos”.
Dijo que el alcance total del impacto solo se conocerá en los próximos días, aunque señaló que la inversión en alerta temprana y acción temprana ha resultado en menos muertes.