En el informe, el primero de su tipo, presentado el miércoles, un grupo de expertos independientes utiliza los datos y la evidencia disponibles para delinear las medidas que los gobiernos deberían tomar para maximizar el impacto de las políticas y acciones acordadas para abordar el empeoramiento de la crisis climática y el retraso en el logro de la Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
El panel de expertos fue creado a principios de este año por el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas (ONU DESA) y la secretaría de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC) para producir este informe completo.
Poner en marcha los ODS
«Debemos encaminar los ODS y mantener vivo el objetivo de 1,5 grados», dijo Li Junhua, Secretario General Adjunto de Asuntos Económicos y Sociales, al presentar las conclusiones del informe durante un evento en línea en la Sede de la ONU.
Destacó la necesidad de un enfoque integrado para fortalecer las sinergias entre estas dos agendas globales.
El Informe de Progreso de los ODS publicado a principios de año destaca que solo el 12 por ciento de las metas van por buen camino, mientras que más del 30 por ciento de los ODS se han estancado o retrocedido.
Mientras tanto, el Sexto Informe de Evaluación del IPCC muestra inequívocamente que para mantener la temperatura global dentro del límite de 1,5°C, las emisiones deben reducirse en al menos un 43 por ciento para 2030 en comparación con los niveles de 2019.
El Secretario Ejecutivo de la CMNUCC, Simon Stiell, se hizo eco del sentimiento del Sr. Li y afirmó: «Lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible y estabilizar nuestro clima para construir sociedades resilientes son dos caras de un mismo esfuerzo».
La moderadora, Sra. Shakuntala Santhiran, el Secretario General Adjunto de las Naciones Unidas, Sr. Li Junhua (derecha) y el Secretario Ejecutivo de la CMNUCC, Sr. Simon Stiell (en la pantalla) durante el lanzamiento del Primer Informe Mundial sobre el Clima y la Sinergia de los ODS
Paseo en tándem
Según el informe, existen sinergias obvias cuando se aborda el cambio climático y se logran los ODS al mismo tiempo. Si se ejecutan en conjunto, los procesos de la Agenda 2030 y el Acuerdo de París pueden tener una influencia positiva entre sí, impulsando el avance de ambos objetivos.
Por ejemplo, llevar el acceso universal a la electricidad al África subsahariana para 2030 (ODS 7) requeriría una inversión anual de 27 mil millones de dólares con las políticas climáticas existentes, en comparación con 6 mil millones de dólares adicionales sin dichas políticas. Un control estricto de la contaminación del aire y medidas de mitigación de los gases de efecto invernadero pueden reducir los niveles de partículas nocivas para la salud para el 40 por ciento de la población mundial, beneficiando particularmente a India, China y Medio Oriente.
Barreras persistentes
Al mismo tiempo, el informe identifica barreras clave para lograr acciones más sinérgicas, como brechas de conocimiento, barreras políticas e institucionales y perturbaciones económicas. Se lee como imprescindible una mayor coordinación institucional y coherencia política a nivel nacional.
Las sinergias dependen en gran medida de las prioridades y contextos nacionales, y los países de ingresos bajos y medianos bajos experimentan interconexiones más pronunciadas entre los ODS y la acción climática.
Sus autores sugieren que los compromisos nacionales y los mecanismos de presentación de informes, como las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC) en el marco del Acuerdo de París y los Revisiones Nacionales Voluntarias (ENV) en el marco de la Agenda 2030, deberían incorporar objetivos sinérgicos y beneficios colaterales.
Actualmente, solo 23 de 173 NDC mencionan explícitamente los ODS, a pesar de su impacto significativo en el logro de los ODS a nivel regional y global.
También se deben tener en cuenta las brechas financieras en la acción climática y de desarrollo (baches en el camino hacia el progreso que pueden atribuirse en gran medida a una arquitectura financiera global anticuada y desigual). La hoja de ruta recomienda medidas para alentar a las instituciones financieras internacionales a introducir instrumentos que mejoren las sinergias entre el clima y el desarrollo.
