La advertencia se produce mientras las agencias de ayuda se apresuran a responder a una nueva ola de desplazamientos provocada por la crisis humanitaria que se desarrolla en la región de Darfur en Sudán, con informes de asesinatos en masa, violaciones y destrucción generalizada.
La crisis se produce en medio de la guerra en curso entre el ejército sudanés y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) que estalló en abril.
Millones pasan hambre
Más de 2,3 millones de personas en Chad, incluidos 1,3 millones de niños, ya pasaban hambre debido a los impactos climáticos, el aumento de los precios de los alimentos y los combustibles, la disminución de la producción agrícola y las tensiones entre comunidades.
El país acoge a más de un millón de refugiados, una de las poblaciones de refugiados más grandes y de más rápido crecimiento de África.
“Resulta sorprendente, pero en los últimos seis meses han huido a Chad más habitantes de Darfur que en los 20 años anteriores. No podemos permitir que el mundo se quede quieto y permita que nuestras operaciones que salvan vidas se detengan en Chad”, dijo Pierre Honnorat, Director Nacional del PMA en Chad.
Suspensión de ayudas inminente
Honnorat pidió mayor apoyo para ayudar a los refugiados sudaneses que “cruzan la frontera sin nada más que historias desgarradoras de violencia”.
«Recortar la asistencia allana el camino para crisis de nutrición, crisis de inestabilidad y crisis de desplazamiento», advirtió.
El PMA dijo que se verá obligado a suspender la asistencia a los desplazados internos y refugiados de Nigeria, la República Centroafricana y Camerún a partir de diciembre.
La suspensión se ampliará en enero a 1,4 millones de personas en todo el país, incluidos los recién llegados de Sudán.
La agencia de la ONU busca 185 millones de dólares para apoyar sus operaciones durante los próximos seis meses.
