Comunicado de www.vaticannews.va —
El Papa se reúne con los habitantes del centro de Italia afectados por los terremotos de 2016 y 2017, renueva su cercanía a los familiares de las víctimas y reitera la necesidad de centrarse en la sostenibilidad, la naturaleza y el cambio climático. Seguir a la gente ‘es el camino que ayudará también a afrontar las crisis de despoblación y declive demográfico’
Francesca Sabatinelli – Ciudad del Vaticano
En la reconstrucción de las tierras devastadas por los terremotos, es necesario centrarse en la sostenibilidad, la naturaleza y el cambio climático, para que incluso «algo nuevo pueda nacer de los escombros». Francisco se dirigió a los representantes de la población del centro de Italia afectada por los temblores de tierra que sembraron «muerte y destrucción» entre el 24 de agosto de 2016 y enero de 2017
La de un terremoto es una experiencia devastadora, tanto física como moralmente, porque hace que se derrumbe en muy poco tiempo aquello por lo que se ha trabajado durante generaciones, y hace que uno se sienta frágil e impotente. La experiencia que ha vivido cada uno
Pasos adelante en la reconstrucción
Francisco renueva su cercanía a los familiares de las víctimas, al tiempo que reconoce el mérito de las poblaciones por haber dado «pasos significativos en la reconstrucción», demostrando que «el espíritu de colaboración puede superar obstáculos e incertidumbres».
Han sabido aprovechar la oportunidad de un nuevo comienzo, especialmente con el programa de regeneración socioeconómica Next Apennines, proponiendo tres enfoques muy importantes: la sostenibilidad, la naturaleza y el cambio climático actual
El Papa durante la audiencia con los alcaldes y ciudadanos de las regiones afectadas por los terremotos de 2016 y 2017 .
La importancia de la sostenibilidad
La adopción de «criterios adecuados de sostenibilidad» es definida por Francisco como un «importante acto de justicia y caridad» que satisface las necesidades sin poner en riesgo a los que viven hoy y a los que vendrán en el futuro
Es reconfortante ver cómo han sido capaces de fijar la reconstrucción en la eliminación de los residuos, en la valorización y justa distribución de los recursos, en la protección de los más frágiles y en la supresión de las barreras arquitectónicas.
El drama de la despoblación
Las «necesidades del crecimiento económico y del desarrollo técnico» deben integrarse «con las de una buena calidad de vida, tanto personal como comunitaria». Hay que volver a poner a la persona en el centro de la ciudad, advierte Francisco, siempre con la vista puesta en la legalidad y la seguridad
Este es el camino a seguir: siempre la persona. Es el camino que puede ayudar también a afrontar las crisis de la despoblación y del declive demográfico, ofreciendo la posibilidad de vivir en ambientes ricos de todo lo que dejaron los padres, valorizados y enriquecidos por una sabia gestión para la comunidad; todo ello, siempre con la máxima atención a velar por la legalidad de los contratos y de los procedimientos, y por la seguridad en el trabajo. Esta es la clave. La despoblación es un problema. En Italia no hay niños, y esto es grave. Tenemos una media de edad de 46 años. Parece que las familias prefieren tener perritos o gatos y no niños: es la cultura veterinaria, cuidado con eso. ¿Es esta la herencia?
Respetar la obra de Dios y el medio ambiente
Las regiones afectadas por el terremoto, con el encanto de sus paisajes y pueblos antiguos, son, prosigue el Papa, «un modelo de armonía entre la obra de Dios y la obra del hombre». Su exhortación es a llevar a cabo una reconstrucción que respete la obra de Dios y el medio ambiente, que no desfigure «el paisaje con construcciones excesivamente invasivas y antiestéticas», que no contamine el medio ambiente y que no altere los «hábitats de otras especies animales y vegetales», siempre con la mirada puesta en los desafíos que el cambio climático plantea en la actualidad
Les animo a hacer de la reconstrucción una oportunidad también en este sentido: enmendar los errores del pasado y establecer planes de crecimiento para el futuro de una manera diferente. Es una urgencia, creo, para toda Italia. Junto al compromiso por la natalidad, el de la seguridad hidrogeológica es una necesidad vital, aún más necesaria por la aceleración del cambio climático. Ambos frentes son de futuro, esenciales para hoy y para mañana
Mitigar el impacto del cambio climático
Ante la constatación de que el impacto del cambio climático «perjudicará cada vez más la vida» de las personas y las familias, es necesario adoptar, por una parte, «las medidas necesarias para frenar la deriva actual» y, por otra, «prever cómo hacerle frente, tanto a escala mundial como local».
Esto significa, por ejemplo, poner más cuidado en la limpieza de los bosques y de los lechos de los ríos y arroyos; reducir y desalentar la sobreexplotación de las tierras; introducir nuevos tipos de cultivos y especies de cría en la agricultura, con inversiones adecuadas para los años venideros. También aquí se trata de una mirada abierta, atenta a los demás y a los que vendrán después de nosotros; no debemos dejarnos desanimar por las críticas o el descontento.
El camino de la reconstrucción tras el terremoto es largo y no es fácil, concluye Francisco, que expresa su cercanía a quienes han perdido familiares y medios de vida, y alaba el buen espíritu con el que se está afrontando la reconstrucción, con ánimo decidido e ideas claras.
Se publicó primero como Francisco: En la reconstrucción respetar a la persona y la naturaleza
