Los enfrentamientos se intensificaron el domingo y continuaron durante toda la semana, afectando significativamente al noreste y sureste de Myanmar y obligando a más de 48.000 personas a abandonar sus hogares, en medio de crecientes necesidades, según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCAH).
También hay informes de que una alianza de tres grupos rebeldes tomó ciudades en el norte del país, invadiendo y ocupando más de 90 puestos de avanzada del ejército. Según los informes, el ejército ha reconocido la pérdida de al menos tres ciudades.
Corte de rutas
en un actualización flash Publicado el jueves por la noche, la OCHA informó que los puntos de control de las Fuerzas Armadas de Myanmar (MAF) y de la Organización Armada Ética (EAO) habían obstruido los enlaces de transporte vitales que conectan el norte de Shan con China.
Al menos un puente crítico había sido destruido, y numerosos lugares en los estados del norte de Shan, el este de Bago y Kayin enfrentaban “grandes interrupciones” en los datos móviles y las telecomunicaciones.
Trece civiles, incluidos niños, perdieron la vida en los combates en varios lugares, y otros dos murieron al no poder acceder a los servicios médicos de emergencia, según la actualización inmediata. Se informó que varias personas resultaron heridas.
Necesidades humanitarias
Según la OCAH, en el norte del estado de Shan, organizaciones religiosas y comunidades de acogida están brindando asistencia inmediata, que incluye alojamiento, alimentos, agua potable, suministros de higiene y artículos no alimentarios.
Casi todas las personas recientemente desplazadas desde el 27 de octubre están buscando refugio en recintos religiosos y se sabe que pocos han ingresado en sitios preexistentes para Personas Desplazadas Internamente (PDI).
Brechas y desafíos
OCHA subrayó la necesidad de un acceso humanitario seguro y sin obstáculos para brindar asistencia oportuna. Añadió que la interrupción de las telecomunicaciones, particularmente en el norte de Shan, está obstaculizando el trabajo de socorro.
«Las hostilidades en curso, sumadas a la existencia de puestos de control, cierres de carreteras y daños estructurales en puentes, están restringiendo gravemente la capacidad de las agencias humanitarias para llegar a las personas afectadas, verificar las necesidades y transportar suministros vitales», afirmó.
Situación de los derechos humanos
Mientras tanto, la crisis de derechos humanos en el país “es mala y está empeorando exponencialmente”, Relator Especial Tom Andrews dicho.
En una entrevista con Noticias ONU la semana pasada en Nueva York, al margen de su informe En la Asamblea General, el experto independiente en derechos humanos describió la situación en el país y añadió que nadie está a salvo.
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La ONU nombra relatores especiales y otros expertos independientes Consejo de Derechos Humanos y forman parte de lo que se conoce como sus Procedimientos Especiales. Sirven a título individual, no son personal de la ONU y no reciben salario.