En una misión a la nación del Cuerno de África, el Director Ejecutivo Waly subrayó el viernes que “Somalia enfrenta desafíos enormes que van desde el terrorismo hasta el resurgimiento de la piratería, la pobreza y las consecuencias del cambio climático..”
Una crisis complicada
En declaraciones a Noticias ONU en Mogadiscio, la Sra. Waly dijo que las amenazas interrelacionadas incluían la piratería, la pesca ilegal, diferentes tipos de tráfico y contrabando, junto con el terrorismo: todo ello respaldado por el lavado de dinero y la corrupción.
Estas amenazas también tienen un impacto mucho más allá de Somalia. El tráfico de armas de fuego a través del Golfo de Adén abastece a Al-Shabaab y otros grupos terroristas, mientras que los traficantes de migrantes que operan a lo largo de la costa norte de Somalia trasladan personas hacia la Península Arábiga.
Al mismo tiempo, flotas pesqueras extranjeras no reguladas están explotando los recursos marinos de Somalia, amenazando la biodiversidad y los medios de vida en el Océano Índico.
Costa de Mogadiscio, Somalia.
El tráfico de drogas también podría ser una amenaza creciente, añadió la Sra. Waly, debido a la dificultad de vigilar la larga costa de Somalia y la conectividad del país en términos de viajes aéreos.
Resiliencia y Estado de Derecho
El ataque de 2013 al complejo judicial de Banadir en Mogadishu por parte del grupo militante Al-Shabaab es un ejemplo sombrío de estos desafíos. Las 30 muertes, las múltiples víctimas y los daños a las instalaciones supusieron “un duro golpe para el sector judicial de Somalia”, señaló la Sra. Waly.
Jueces y fiscales han sido víctimas de ataques terroristas.
Mejorar el estado de derecho –importante para cualquier gobierno– se vuelve aún más crucial en un país que enfrenta el terrorismo, el crimen organizado y la corrupción, razón por la cual Somalia y la ONUDD han estado trabajando juntas para establecer el Complejo de Tribunales Penitenciarios de Mogadishu (MPCC).
Complejo penitenciario y judicial de Mogadishu.
Concebido, diseñado y ejecutado por la ONUDD, el establecimiento del MPCC fue una respuesta directa al ataque al complejo judicial de Banadir y constituye un ejemplo de la asociación sólida y duradera entre las Naciones Unidas y el Gobierno de Somalia.
En Mogadiscio, para inaugurar el MPCC, la Sra. Waly señaló que el complejo es ahora “un centro para la administración de justicia, con dos salas de audiencias, tres bloques de prisión con una capacidad de 700 camas y alojamiento para jueces para reducir la necesidad de viajes por carretera. durante un juicio
“Proporciona un entorno seguro para el poder judicial y un entorno humano para los presos, fomentando la rehabilitación y la seguridad a largo plazo..”
Es el último de una serie de proyectos de construcción y renovación apoyados por la ONUDD para ayudar a reforzar la infraestructura legal y penitenciaria de Somalia.
Desde 2010, la UNODC ha construido nuevas cárceles, renovado instalaciones penitenciarias existentes y erigido edificios del Ministerio de Justicia y otras instalaciones del sector de seguridad en Mogadishu, Bosasso, Garowe y Hargeisa.
Previniendo la piratería
Sin embargo, la promoción del Estado de derecho no se limita a las fronteras terrestres de Somalia. La piratería frente a las costas de Somalia había sido una amenaza con consecuencias globales durante años, dijo la Sra. Waly a Noticias ONU, hasta que recientemente disminuyó.
Pero las tensiones geopolíticas en el Mar Rojo han aumentado la inseguridad y afectado las rutas marítimas, con una disminución estimada del 50 por ciento en los buques mercantes que pasan por el Golfo de Adén debido a los ataques de los rebeldes hutíes desde Yemen, que según el movimiento rebelde son en solidaridad con Gaza.
Los piratas, al sentir la atención desviada de la comunidad internacional, han aumentado sus operaciones con mayor impunidad a lo largo de la costa somalí.
Un miembro de la tripulación de la guardia costera somalí en la botadura de una lancha patrullera cerca de Mogadiscio.
Desde noviembre de 2023, los piratas han secuestrado dhows (un velero tradicional utilizado en la región) y los han utilizado para llevar a cabo ataques de mando y control contra embarcaciones más grandes.
“Estos desafíos plantean un riesgo directo para la paz y la seguridad internacionales, ponen en peligro las vidas de los marinos y perturban las rutas comerciales de las que dependen muchos países para la estabilidad económica, la seguridad alimentaria y el desarrollo sostenible”, advirtió la Sra. Waly.
Para aumentar la seguridad marítima en el Golfo de Adén y el Océano Índico, la ONUDD está capacitando a funcionarios encargados de hacer cumplir la ley sobre cómo detectar, interceptar y procesar el tráfico ilícito y los delitos marítimos.
La UNODC también está proporcionando equipos marítimos y de comunicaciones marítimas esenciales para apoyar la aplicación de la ley. En Mogadishu, por ejemplo, la Sra. Waly entregó oficialmente una patrullera reacondicionada y equipo de comunicaciones a la Guardia Costera de la Policía Somalí.
Se bota una patrullera de la guardia costera cerca de Mogadiscio, en Somalia.
A través de estos y otros esfuerzos, dijo la Sra. Waly, la UNODC está ayudando a Somalia a mejorar sus capacidades operativas y su marco legal para procesar la piratería, al tiempo que mejora la colaboración en materia de seguridad marítima en la región.
La Sra. Waly reiteró el compromiso de la ONUDD de continuar y ampliar su trabajo en Somalia. “Hoy escribimos otro capítulo en la historia de resiliencia y esperanza de Somalia, por un futuro en el que todos los ciudadanos somalíes puedan vivir en paz, seguridad y dignidad”.
