Los enfrentamientos violentos entre grupos armados no estatales y fuerzas gubernamentales han desplazado a más de 450.000 personas en las últimas seis semanas en los territorios de Rutshuru y Masisi en la provincia de Kivu del Norte.
Las personas que llegaron a la ciudad de Sake, ubicada cerca de la capital provincial, Goma, hablaron de haber tenido que tomar decisiones desgarradoras, con hombres arriesgándose a morir para alimentar a niños hambrientos y mujeres arriesgándose a ser violadas para recoger leña.
‘Preocupante patrón de abuso’
ACNUR dijo que su seguimiento en la región ha mostrado más de 3.000 violaciones de derechos humanos denunciadas en octubre, casi el doble que el mes anterior.
“Las violaciones y los asesinatos arbitrarios ocupan un lugar destacado en estos resultados, junto con los secuestros, la extorsión y la destrucción de propiedades, lo que ilustra un patrón profundamente preocupante de abuso infligido a las poblaciones civiles”, dijo la agencia.
La intensificación de la violencia también está teniendo un impacto devastador en las vidas de los niños, y los socios de protección informan de un fuerte aumento en el número general de violaciones contra ellos.
Carreteras principales obstruidas
Las agencias de la ONU dijeron que la gravedad de la crisis se ve exacerbada aún más por el limitado acceso humanitario a quienes lo necesitan con urgencia, debido principalmente a la obstrucción de las principales rutas, con unas 200.000 personas desplazadas sin recibir ayuda.
La perturbación también aumenta la vulnerabilidad de las poblaciones desplazadas, dejándolas sin recursos y protección esenciales.
Aunque ACNUR ha construido refugios en los últimos meses para más de 40.000 personas cerca de Goma y ha distribuido más de 30.000 kits que contienen lonas, ollas y mantas, los socios necesitan más medidas para garantizar que los casi siete millones de personas afectadas por el conflicto reciban atención urgente. ayuda.
Déficit de financiación humanitaria
Los socios de la ONU y los grupos humanitarios están intensificando urgentemente sus esfuerzos para abordar las necesidades urgentes derivadas del hacinamiento y la insuficiencia de alojamiento en sitios espontáneos, con acceso limitado a alimentos y agua potable.
Desde junio de 2023, UNICEF ha llegado a casi 700.000 personas con asistencia vital, que incluye agua potable y saneamiento, protección infantil, artículos no alimentarios, salud, nutrición y educación.
Junto con ACNUR, la agencia hizo un llamamiento urgente para el fin de la violencia y subrayó su compromiso de aliviar el sufrimiento de los afectados por la crisis.
Sin embargo, subrayaron que la comunidad internacional debe actuar con rapidez y generosidad, y señalaron que un plan de respuesta humanitaria de 2.300 millones de dólares para la República Democrática del Congo este año sólo está financiado en un 37 por ciento.
